miércoles, 23 de septiembre de 2020

FILOSOFÍA ANTIGUA: El paso del mito al logos. Presocráticos. Sofistas y Sócrates.

 

  FILOSOFÍA ANTIGUA.

1.1. El origen del pensamiento occidental.

a)      Mito/Logos.

Dice Platón en el Teeteto “No hay otro principio de la filosofía que no sea la admiración”. Pero la admiración también es origen del mito. El hombre se sorprende, admira, siente curiosidad ante la realidad y quiere conocerla, explicarla. Para ello inventa mitos o acude a explicaciones racionales o logos. Veamos las características de uno y otro:

Mito:                                                                            

-es un relato fabuloso que narra algo ocurrido en un tiempo primordial.

-personifica las fuerzas naturales.

-arbitrariedad del acontecer natural

-admite la existencia del destino  

-su validez procede de la tradición.

-pretende ser una respuesta definitiva.      

Logos o explicación racional:

-relato que explica el orden de las cosas.

-despersonifica o “naturaliza” el acontecer natural. 

-necesidad en el acontecer natural.     

-su validez está basada en los argumentos que se presenten a su favor.

-pretende ser una respuesta definitiva aunque se sabe provisional (véase la ciencia).

El origen del pensamiento occidental significa el paso del mito al logos.                                                                       

b)      ¿Existe una ruptura entre el mito y el logos?

Parece ser que las explicaciones míticas de Homero (Ilíada  Odisea) y Hesíodo (Teogonía, Los trabajos y los días) son caldo de cultivo de la explicación racional, porque los mitos griegos también pretenden indagar el principio de las cosas existentes y poseen el sentido de la necesidad o destino. Ejemplo:

“Antes de todo existió Caos. Después Gea, la de amplio pecho, asiento firme de todas las cosas para siempre, Tártaro nebuloso en un rincón de la tierra…” ( Hesíodo,Teogonía ). Hesíodo –segunda mitad del siglo VIII a.C o primera mitad del siglo VII a. C-  supone en el origen del universo un estado informe (caos) de donde irá emergiendo la totalidad de lo existente, por tanto, pretende indagar el principio de las cosas existentes.

c)      ¿Por qué surge la filosofía en Grecia?

La filosofía surge en la Jonia, en las colonias de las costas del Asia Menor. Entre los factores que la explican, además de la razón antes apuntada, señalamos:

-la religión griega carente de casta sacerdotal que vigile por la ortodoxia (aunque los griegos condenaban a muerte por impiedad –no rendirle culto a los dioses de la ciudad- nunca ejecutaban la sentencia, al reo se le abría el cerrojo del calabozo para que escapase).

-junto con el comercio llegó el intercambio de conocimientos, la comparación y por tanto, el surgimiento de un pensamiento autónomo.

 

 

d)     Esquema mental de la explicación racional.

La realidad aparece dividida en dos:

-          Una realidad plural, cambiante, aparente (lo que parece ser), captada por los sentidos.

-          Una realidad común o única subyacente a esa multiplicidad, una realidad que permanece constante y que es la auténtica realidad (lo que es); esta realidad es conocida mediante la razón.

Ejemplo: la mesa sensible y la mesa para el científico.

Los primeros que filosofaron aplicaron este esquema. Su interés fue averiguar cómo surgió y a través de qué etapas llegó el universo a su estado actual, incluida la especie humana y sus modos de organización política. Es la pregunta por el arjé, es decir, cuál es el principio o principios a partir de los cuales surge el universo (principio entendido como origen y causa) y en lo que consiste el universo (principio entendido como sustrato).

 

1.2. PRESOCRÁTICOS

 1. Los milesios:

Tales de Mileto. 624-546 a.C.

El arjé es el agua.

Cosmología: la tierra flota sobre el agua.

Anaximandro. 610-545 a.C.

El arjé es “to ápeiron”, una materia indeterminada, indefinida, ilimitada. En cuanto que no identifica el arjé con un elemento particular, su pensamiento significa un esfuerzo de abstracción con respecto a Tales.

Cosmología: la pluralidad de los mundos surge a partir de un movimiento eterno en el que se separan las cosas, en un juego de oposición de contrarios.

Anaxímenes. 585-524 a.C.

El arjé es el aire.

El aire se encuentra sometido a procesos de condensación (aire-nubes-agua-hielo-tierra-piedras-minerales) y rarefacción o proceso inverso (aire-fuego). Establece así un mecanismo de explicación de la generación de las cosas.

Puntos en común de los milesios:

-Al preocuparse por la naturaleza última de la realidad se plantean el problema de la unidad en la multiplicidad.

-El arjé es eterno y material (no existe la idea de creación).

-Su explicación es de carácter racional: reclaman la homogeneidad entre la causa y el efecto y rechazan lo contradictorio (que no la oposición).

-Hay un tipo de ley, regla o necesidad que regula el funcionamiento del universo y es posible conocerla mediante la razón.

2.   Heráclito de Éfeso. 544-484 a.C.

La realidad es cambio, producida por la lucha de elementos contrarios. Esta realidad está sometida a una ley universal o Logos (es una ley dialéctica) que regula su movimiento conduciéndolo a la armonía. La realidad es una “armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira”.

3.   El pitagorismo. Su fundador fue Pitágoras de Samos, 580-476 a.C.

Las sociedades pitagóricas fueron organizaciones místicas, científicas y con un importante poder político, cuyo modelo pudieron ser las comunidades órficas.

Para los pitagóricos el universo es un todo ordenado matemáticamente y expresable a través del lenguaje matemático. Puesto que todo es número (véase las relaciones matemáticas en los intervalos musicales), el principio de las cosas será el principio de los números. El origen es lo Uno, del que surgen los números debido a la oposición interna de lo Uno, reunión de lo ilimitado o par-indefinidamente divisible- y lo limitado o impar.

Como los órficos, los pitagóricos consideraban al hombre como un compuesto de alma inmortal y cuerpo caduco. El alma aprisionada en la materia debía separarse de ésta mediante la purificación, consistente en el cumplimiento de ciertas costumbres (no comer carne, no vestirse con piel o lana, higiene del cuerpo...) y en la dedicación al conocimiento (fuerte intelectualismo).

4.   Parménides de Elea. 540-470 a.C.

–    Reconoce dos vías de conocimiento:

a) la vía de la opinión: parte de la aceptación de la existencia del no-ser, lo cual es imposible. Además, ¿qué conocimiento hay del no ser? El no-ser no puede ser pensado ni nombrado. Para alcanzar el conocimiento sólo queda la vía de la verdad.

b) la vía de la verdad: el ser es y el no-ser no es, negándose así la pluralidad y el cambio. En cuanto a la pluralidad, ¿qué separaría las “divisiones” del ser? En cuanto al cambio, éste supone el paso del no-ser al ser, pero de la nada nada surge (el no-ser no es).

–    El ser de Parménides es material.

 

–  Parece poder aceptarse la asociación vía de la opinión-sensación y vía de la verdad-pensamiento racional, introduciendo Parménides la distinción en el conocimiento.

(En resumen, el ser es único e inmutable y hay una identificación entre el ser y el pensar).

5. Empédocles de Agrigento. 483-430 a.C.

Acepta la permanencia del ser de Parménides conjugándola con la explicación del cambio: postula la existencia de cuatro raíces o elementos -fuego, tierra, aire, agua- con la característica de inmutabilidad del ser parmenídeo y la existencia de dos fuerzas cósmicas- Amor y Odio- como causa de la combinación y disociación de elementos, alternativamente.

6. Anaxágoras de Clazomene. 499-428a.C.

-Existe una infinidad de elementos originarios o "semillas", con la característica de permanencia del ser de Parménides, distinguibles cualitativamente. Su mezcla constituye las cosas. El predominio de unas semillas sobre otras determina la propiedad de una cosa, pero todo está en todo.

-¿Cómo se produce la mezcla? Existe otro principio separado de las semillas, el Nous o inteligencia. Su función es la de imprimir un movimiento de torbellino a las semillas, iniciando un largo proceso de combinaciones.

7. Demócrito de Abdera. 460-370.

Para conjugar la permanencia del ser de Parménides con la explicación del cambio postula la existencia de los átomos, partículas materiales indivisibles, eternas, de número ilimitado, diferenciables cuantitativamente (configuración y posición), dotados de movimiento, y el vacío, que es lo no-átomo, condición de posibilidad del movimiento de los átomos. Las cosas son el fruto de los choques fortuitos de los átomos moviéndose eternamente en el vacío. Generación y destrucción no son más que mezcla y disgregación en un sistema mecánico.

 

Para mayor aclaración visitad la página www.webdianoia.com

 

1.3. El giro antropológico. Los sofistas y Sócrates.

 

LOS SOFISTAS.

 

a)      El giro antropológico: hacia mediados del siglo V a.c. el foco de interés de la investigación racional cambia de orientación –quizás motivado por cansancio ante las múltiples cosmologías-, pasando de las especulaciones sobre el cosmos que ocupan a los presocráticos a la preocupación por el ser humano, averiguando el papel de la cultura (conocimiento, moral y política) y el papel de la educación.

b)      Democracia y sofistas: Durante el siglo V, tras las guerras contra Persia –guerras médicas- Atenas se convierte en la potencia hegemónica del mundo heleno, dirigiendo la Liga de Delos –asociación de diversas ciudades estado para defenderse de la permanente amenaza persa- , disfruta de un desarrollo comercial y se va consolidando progresivamente la democracia, dando lugar al “siglo de oro ateniense”, que alcanzará su culminación bajo el mando de Pericles. El afianzamiento democrático limitó los privilegios del Areópago (consejo de los nobles), propiciando la participación ciudadana en el gobierno de la ciudad. La participación política y judicial de los ciudadanos exige preparación, sobre todo para sobresalir en la asamblea o en el tribunal. Esta necesidad educativa la resuelven los sofistas, extranjeros refinados y cultos que, no pudiendo participar directamente en la asamblea por su condición de metecos, ofrecen sus conocimientos a cambio de una retribución económica.

c)      ¿Qué enseñaban? Conocimientos generales acerca de física, geometría, leyes, música… y sobre todo el dominio del lenguaje para persuadir a los demás (oratoria –el arte de hablar con persuasión-, retórica –el arte de construir buenos discursos-  y erística –la técnica de discutir para vencer al contrincante, diferente, como veremos, al diálogo socrático, que pretende la conciliación para buscar la verdad.). Es decir, enseñaban la virtud: vida exitosa que conduce a la felicidad.

d)     Valor de la sofística: Se ha calificado la sofística como la “Ilustración antigua” porque presenta una crítica del conocimiento y pretende el alcance de la felicidad, es decir, el éxito. Otra característica es su “democratización del conocimiento”, al abrirse a la vida pública mediante la formación de los ciudadanos.

e)      Existen dos generaciones, una primera formada por extranjeros, interesados en la posibilidad y límites del conocimiento así como en la naturaleza del lenguaje –Protágoras de Abdera y Gorgias de Leontini, entre otros- , y una segunda generación, algunos de ellos nacidos en Atenas, interesados en la naturaleza y origen de las normas sociales –Calicles, Trasímaco, Critias…-

f)       Rasgos de la sofística:

-          Relativismo y escepticismo: Para Protágoras cada individuo deforma lo real al comprenderlo, no existe criterio universal de verdad, cayendo en un relativismo cognoscitivo: sólo hay opiniones, pero unas pueden ser más ventajosas (útiles) que otras, con el lenguaje podemos hacer ver una opinión mejor que otra. En cuanto al origen del conocimiento, Protágoras lo sitúa en los sentidos, de ahí su relativismo.

Las tesis de Gorgias –Nada existe, si algo existiera no podría ser conocido, si algo fuera conocido en ningún caso sería comunicable a los demás- conducen al escepticismo, a la radical desconfianza en la razón para acceder a la verdad. Para Gorgias el lenguaje no es vehículo de la realidad sino que posee la capacidad de crear realidades en el mundo social, hacer pasar por verdad (el lenguaje se convierte en instrumento de manipulación).

-          Naturaleza y convención: ¿Cuál es el fundamento de las normas? La convención con el objetivo de satisfacer intereses, bien del más fuerte, como dice Trasímaco, bien del débil contra el fuerte, como dice Calicles.

La convención como fundamento de las normas conduce:

Al relativismo moral,

A que su cumplimiento no es necesario. Esto lleva a la necesidad de vigilancia social (según Critias esta es la función de los dioses –creación de los dioses por los hombres-). Los sofistas ponen de relevancia la necesidad de coacción de las normas para su cumplimiento, como también dirá Durkheim (XIX-XX).

Prefiguran la “teoría del contrato social”.

-          Los rasgos naturales del hombre, aún no afectado por la educación –cuyos  modelos son el niño y el animal- son dos: la búsqueda del placer y el dominio del más fuerte

Sócrates.

Sócrates nació en Atenas el año 470 a. c. de una familia, al parecer, de clase media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden, pues, con el período de esplendor de la sofística en Atenas.

El interés de la reflexión filosófica se centraba entonces en torno al ser humano y la sociedad, abandonando el predominio del interés por el estudio de la naturaleza. Probablemente Sócrates se haya iniciado en la filosofía estudiando los sistemas de Empédocles, Diógenes de Apolonia y Anaxágoras, entre otros. Pero pronto orientó sus investigaciones hacia los temas más propios de la sofística.

Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas

En el año 399 Sócrates, que se había negado a colaborar con el régimen de los Treinta Tiranos, se vio envuelto en un juicio en plena reinstauración de la democracia bajo la doble acusación de "no honrar a los dioses que honra la ciudad" y "corromper a la juventud". Al parecer dicha acusación, formulada por Melitos, fue instigada por Anitos, uno de los dirigentes de la democracia restaurada. Condenado a muerte por una mayoría de 60 a65 votos, se negó a marcharse voluntariamente al destierro o a aceptar la evasión que le preparaban sus amigos, afirmando que tal proceder sería contrario a las leyes de la ciudad, y a sus principios. El día fijado bebió la cicuta. (Tomado de http://www.webdianoia.com/).

Su pensamiento:

a)      Método socrático o dialógico: Este método consiste en la aplicación del razonamiento inductivo –según el parecer de Aristóteles, las mayores aportaciones de Sócrates fueron el razonamiento inductivo y la definición- El método consta de dos partes:

·         Ironía: estrategia para llevar al interlocutor a la aceptación de su ignorancia sobre el asunto tratado mediante el análisis de definiciones concretas u opiniones; aceptación de la ignorancia como condición previa para pensar (para alcanzar la verdad).

·         Mayéutica: Sócrates guía al interlocutor partiendo de definiciones incompletas hasta precisar la definición adecuada o universal del asunto tratado (método inductivo). En la definición se muestra la esencia de la cosa. Sócrates devuelve de esta manera al lenguaje la capacidad de ser vehículo de la verdad –donde se muestra la realidad-.

b)      Antirrelativismo o Conceptualismo socrático: Podemos llegar a conocer lo que la cosa es realmente, la verdad acerca de las cosas, su esencia. ¿Cómo? Con el método dialógico socrático.

c)      Intelectualismo moral (teoría ética que recoge la intención del método socrático: Solo sabiendo qué es el bien, podemos ser buenos. No podemos actuar contra lo que concebimos como bueno.

Escuelas socráticas: Cirenaica (Aristipo de Cirene, hedonismo), de Megara (Euclides de Megara, teoría de la refutación), Cínicos (Antístenes y Diógenes, vuelta a la naturaleza) y la Academia de Platón.

 

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