domingo, 3 de marzo de 2019

TEORÍA DE ORTEGA

  1. Crítica del realismo y del idealismo:
Para el realismo, actitud de la filosofía antigua y medieval, lo real son las cosas al margen del sujeto cognoscente. Para el idealismo, actitud de la modernidad, el conocimiento de las cosas está mediado por el sujeto que conoce (recuerda, para el Racionalismo y el Empirismo nuestro conocimiento recae sobre nuestras ideas, de ahí el afán de demostrar que a nuestras ideas le corresponde una realidad), que impone su “filtro”(recuerda, las condiciones a priori kantianas de la sensibilidad y del entendimiento); este sujeto es concebido como sustancia independiente (la “res cogitans” es real por ser independiente –la sustancia de Descartes-). El idealismo conserva, según Ortega, la tendencia realista.
Ortega, como superación, acepta la tesis idealista pero criticando la independencia del sujeto: la auténtica realidad, primaria, radical es el yo-con-las-cosas : la vida (“yo soy yo y mi circunstancia”). Característica del ser, de la vida, es el acontecer: la esencia del hombre es drama, historia, acontecimiento.
  1. Crítica del racionalismo y del relativismo:
Desde Sócrates el racionalismo domina la cultura europea. El mundo en el que vive el hombre es un mundo de cualidades, pero la razón no maneja cualidades y reduce lo cualitativo a lo cuantitativo (geometría y número). Por buscar la verdad, renuncia a la vida. La razón introduce una escisión en la existencia: el mundo de los conceptos racionales fijos, universales, precisos, eternos y el mundo de la espontaneidad, lo vital que es cambiante, temporal, peculiar. Por el contrario, el relativismo para salvar las características vitales niega la verdad absoluta, haciendo de la verdad un problema subjetivo. Pero el relativismo cae en el escepticismo: entre tantas verdades, imposible saber cuál es la verdad.
Ortega supera lo anterior con el perspectivismo:
-Ortega descubre que la vida del hombre está inmersa en un conjunto de elementos que constituyen su circunstancia (particulares, históricas, sociales…) con las que tengo que habérmelas en mi vivir y a las que doto de sentido en ese ocuparme de y con ellas.
-La verdad (es decir, dar cuenta de la realidad) se da desde las circunstancias en las que el yo se ve inmerso. Esto es el perspectivismo: Todo conocimiento, deseo o valoración está anclado en un punto de vista, en una situación. Ésta es la dimensión gnoseológica del perspectivismo. Pero también tiene una dimensión ontológica: para Ortega la realidad es múltiple, la perspectiva es algo de la realidad (“yo y mi circunstancia”): la realidad posee tantas caras como puntos de vista hay.
-El perspectivismo considera también la complementariedad de las perspectivas. Esta integración de perspectivas posee un carácter activo y procesual.
-La razón capaz de integrar la dimensión perspectivística de la realidad es una razón vital e histórica , que nos muestra que las peculiaridades individuales, de cada pueblo, de cada momento histórico -la situación o circunstancia-, son el órgano gracias al cual captar la realidad que les corresponde (y toda la realidad que desde su circunstancia pueden captar, toda la verdad -esto es un guiño al racionalismo: se capta la verdad-). Cada individuo es un punto de vista esencial, insustituible. No existe una verdad absoluta y ubicua como pretendía el racionalismo (pero la verdad se capta, se puede dar cuenta de la realidad).
3.La razón vital:
Frente al racionalismo clásico incapaz de someter a la comprensión lógico-matemática los asuntos humanos, cabe adoptar una de las siguientes posturas: o un irracionalismo, como es el caso de Nietzsche, o un replanteamiento de la razón, que será la postura de Ortega: la razón pura que prescinde de las particularidades, pretendiendo un conocimiento universal y necesario, es un caso particular de una forma más amplia de razón, la razón vital; la doctrina perspectivística exige sustituir la razón pura por la razón vital. No podemos renunciar a la razón: la filosofía, ciencia, cultura son el instrumento que utiliza la vida para solventar sus problemas, es decir, no podemos vivir sin creencias e ideas. Aceptar este nuevo uso de la razón supone también aceptar las dimensiones irracionales de la existencia (por lo de "vital" o también el temperamento natural de cada cual como circunstancia; aunque también en la razón pura hay irracionalidad: los números irracionales o la relación causal que es "mera creencia"). ¿Qué es, por tanto, la razón vital? Es el instrumento de la vida que permite su comprensión. Para ello debemos sustituir las categorías del entendimiento (expuestas por Aristóteles y Kant) por las categorías de la vida , que la estructuran y la explican (contra Nietzsche, se puede pensar la vida, se puede razonar). Las categorías de la vida son las siguientes:
·         Me doy cuenta de mí en el mundo (encontrarse en el mundo).
·         Estamos ocupados en algo (yo consisto en ocuparme con lo que hay y lo que hay –el mundo- consiste en aquello de lo que me ocupo). La vida es quehacer.
·         La vida es un problema que yo tengo que resolver. (Libertad y proyecto).
·         El hombre ha de decidirse dentro de la circunstancia. (Libertad y circunstancia).
·         Temporeidad: la vida es futurización, esta categoría hace a la vida radicalmente histórica. El hombre es lo que le ha pasado, lo que le va pasando (esto es vivir). La razón que conoce y comprende el vivir es razón histórica. El acontecer de la vida es un discurrir inteligible que se puede narrar. La razón histórica es una razón narrativa: lo que al hombre le ha pasado. Razón histórica y razón vital son sinónimos. La razón histórica nos permite entender al hombre mediante la comprensión de las creencias y esquemas mentales o ideas que cada individuo, generación y cultura ha utilizado para dar un sentido a su vida (“la vida es un problema que tenemos que resolver nosotros”) y enfrentarse al reto de la existencia.

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